lunes, 9 de mayo de 2011

CIENCIA vs POLÍTICA


La ciencia ha sido el camino para el desarrollo humano, en ella hemos encontrado la forma de evolucionar a través de la conjunción y sistematización del conocimiento. Desde la invención de la rueda, la penicilina, la locomotora, hasta internet, la ciencia le ha facilitado al hombre su estancia en la tierra.



Richard P. Feynman premio Nobel de física en 1965, define a la ciencia principalmente como tres variables; 1.- Un método especial de descubrir cosas, 2.- Los conocimientos emanados a raíz de las cosas descubiertas y 3.- La aplicación o producción real de nuevas cosas (tecnología).



Feynman considera que la ciencia siempre es benéfica para la humanidad, por el solo hecho de poder hacer algo la ciencia tiene valor. Sin embargo el mismo Feynman advierte que este poder para hacer las cosas, no incluye instrucciones sobre cómo utilizarlo, si utilizarlo para el bien o utilizarlo para el mal.



Cuando al científico se le dice que tiene que ser más responsable de sus efectos en la sociedad, a lo que se está aludiendo en realidad, es a las aplicaciones que se le dan a la ciencia. Afirma Feynman.



En lo personal creo que pasa lo mismo con la política, cuando afirmamos que es la política la que no deja avanzar al país en sus diferentes problemáticas, creo que más bien estamos aludiendo a las aplicaciones que se le dan a la política en este país.



La política como ciencia busca -como en cualquier tipología del método científico- a través de la observación analizar las relaciones de poder que se encuentran inmersas en un conjunto social, sean cuales sean sus dimensiones, locales, nacionales, internacionales y a nivel mundial.



El poder, siendo la capacidad de un actor social de influir sobre otros, se encuentra presente en todas las interacciones humanas, y la ciencia, como actividad que pretende conocer las realidades, no puede despojarse de los influjos que las interrelaciones de poder producen. Incluso, el mismo conocimiento se ve muchas veces impulsado o detenido por las decisiones del poder que impera en una determinada sociedad.



Son pues la política y la ciencia factores conjugables a partir de la corriente del comportamiento, que trata de observar las actitudes de los políticos y de los ciudadanos bajo premisas estrictamente científicas.



La ciencia trata de comprender como trabaja la naturaleza, la ciencia política trata de comprender las interacciones de poder entre los seres que conforman una determinada sociedad, ambas lo hacen a través de la observación que en el método científico es el juez ultimo y final de la verdad de una idea.



Pareciera casi utópico pensar que en nuestro entorno pudiese verse a la política como un proceso científico que busca como cualquier otra ciencia la felicidad y el desarrollo del hombre, pero las mismas utopías son vistas en la ciencia como verdades prematuras y pareciera necesario que algo de ciencia empiece a verse en la profesión que según Aristóteles es la suprema actividad humana… la política.



El primer paso es imaginarlo, la imaginación en la ciencia es un tipo de imaginación muy interesante y distinta a la del artista explica Feynman, y su gran dificultad consiste en imaginar algo que uno no ha visto nunca. Creo que en este mismo orden de ideas, la política requiere imaginar algo que jamás ha visto y mucho menos presenciado, la pregunta es; ¿habrá políticos que lo imaginen?



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Twitter; @jorgeivand

lunes, 18 de abril de 2011

Democracia y Justicia Social


Se escucha comúnmente en los discursos del Partido Revolucionario Institucional el lema que en 1946 le dio vida; Democracia y Justicia Social, en dichas palabras se encuentra la esencia y razón ideológica de este partido político. Y es que estos dos términos pierden sentido, si en los hechos no son un ente indivisible.

Después de la alternancia en el año dos mil, pasamos a una etapa de transición democrática y ahí específicamente nos hemos quedado estancados. Y es por la razón de que este binomio no ha podido conjugarse más allá del papel. Sin igualdad de derechos y oportunidades (Justicia Social), la democracia no puede ofrecer las bondades que dicho sistema político enmarca y se convierte pues en lo que los filósofos griegos ya desde hace miles de años denominaron su degeneración; la demagogia.

Es preciso pues entender como ciudadanos y por supuesto como priístas la necesidad y vigencia de estos términos en la actualidad. Como militante de este partido y basado en sus documentos básicos hago en estas líneas un bosquejo de lo que es nuestra base ideológica.

Nuestro origen surge de los grandes valores sociales de la Revolución Mexicana. Reconocemos nuestras raíces en la consolidación de la República Liberal, Laica y Federalista, en la lucha por la soberanía nacional y la independencia de México.
Somos el partido que ha impulsado la construcción del México moderno. Nos reconocemos en los principios que guiaron a la Independencia de México, a la Reforma y a la Revolución Mexicana, mismos que definieron a la Constitución de 1917 como fuentes de nuestro nacionalismo.

DEMOCRACIA
Somos un partido político que se inscribe en el régimen democrático de la República. Comprometido con la observancia de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y con las leyes e instituciones que de ella emanan. Asumimos con responsabilidad la plena congruencia entre nuestros documentos básicos y la práctica política partidaria como un ejercicio ético fundamental para consolidación de la democracia nacional.

Somos el partido que lucha por la democracia entendida como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, político, social y cultural del pueblo, que alienta el pleno respeto a los derechos humanos y promueva la cooperación y la convivencia pacífica entre las naciones como entre los individuos.

Requerimos una ciudadanía sustentada en la libertad, la justicia y el derecho a decidir el rumbo de la Nación a través de una efectiva democracia representativa; de la participación social en la toma de decisiones, del referéndum, del plebiscito, de la iniciativa popular, de la transparencia, la rendición de cuentas y del acceso a la información pública.

JUSTICIA SOCIAL
Los valores de nuestro origen son irrenunciables porque siguen siendo aspiraciones de millones de mexicanos en un país todavía escindido por la modernidad y el atraso; por el desfase entre las condiciones del bienestar y pobreza que cancelan el legítimo derecho de cada ciudadano, por ocupar un lugar de dignidad en la Nación

Amparados en aspiraciones éticas y en la lucha por la igualdad, que proviene de tener todos las mismas libertades y oportunidades esenciales; debemos impulsar el crecimiento con equidad social y sustentabilidad, mismo que sea capaz de distribuir democráticamente los beneficios del progreso, declaramos ser un partido responsable y preparado para atender las demandas de la nueva sociedad mexicana y convertirlas en políticas de gobierno

Demandamos un Estado fuerte y eficaz, que sin menoscabo de la libertad económica, aliente la economía social de mercado, que garantice el fomento a las micro, pequeñas y medianas empresas, así como los apoyos indispensables al desarrollo agropecuario y asegure la cohesión social.

Nuestro reto es encabezar un gobierno que resuelva la soberanía y la seguridad alimentarias de los mexicanos. Que incentive y promueva un empleo digno con salario remunerador y el respeto irrestricto a los derechos laborales y de organización de los trabajadores. Nos pronunciamos por un Estado que reconozca el mandato de las mayorías pero al mismo tiempo sea incluyente y respetuoso de las minorías.

Por este hecho nos suscribimos a la socialdemocracia internacional, porque sabemos que como partido y como gobierno, nuestra tarea es impulsar el estado de bienestar que propicie condiciones de justicia social para todas y todos los mexicanos.

Conocer nuestro origen y nuestra razón ideológica, nos ayudará a vislumbrar nuestro verdadero objetivo como priístas, más allá de las luchas intestinas por el poder, del corporativismo y el clientelismo político, nuestra tarea es conocer nuestro pasado para entender el presente y en base a ello proyectar un mejor futuro para nuestra patria.

Twitter @jorgeivand

domingo, 10 de abril de 2011

Ser Priísta



Mucho se habla en torno a la definición política y a los postulados ideológicos que el PRI sostiene en la actualidad, las críticas hacia el Revolucionario Institucional, han girado en torno a la indefinición o contradicciones en diversos temas coyunturales en la vida social, política y económica que atraviesa México.

Propongo estas líneas para dejar claras algunas de las definiciones ideológicas que a veces pudieran parecer confusas. Advierto que lo que aquí describo es el “deber ser” del PRI lo enmarcado en sus documentos básicos, lo heredado del propio origen histórico del partido y lo manifestado por algunos de sus mayores ideólogos.

Y hago esta aclaración, porque en el presente parece que el principal problema de los partidos políticos en México, no es la transgresión a sus preceptos políticos, sino, más profundo y grave aún, el desconocimiento de los mismos.

Los priístas encontramos nuestro nacimiento, en el movimiento armado que originó y ganó la revolución de 1910, somos pues, miembros del partido que surgió como brazo político de quienes ganaron la revolución mexicana. Nuestro origen revolucionario nos vincula también históricamente con los grupos e ideales de los liberales de la independencia y de la Reforma.

Somos legatarios de quienes abanderaron las causas de las mayorías sociales de nuestro país, de los ideólogos que concibieron al estado mexicano, de quienes dieron tránsito a los gobiernos civiles y subordinaron a las fuerzas armadas revolucionarias al poder de las instituciones del estado nacional.

“Somos herederos de quienes forjaron la escuela pública, la nacionalización energética, los libros de texto, la reforma agraria, los servicios de seguridad social, el Banco de México entre otros logros de carácter institucional, pero sobre todo, somos resultado de una estrategia de inclusión pública que abrió las élites del país y renovó la composición de la clase gobernante, que redistribuyó el poder”. Beatriz Paredes

Sin embargo, este nueva generación de priístas debe reconocer que como todo organismo humano tuvo errores y desaciertos, y en la medida que los reconozcamos, estaremos en posibilidades de crecer; el autoritarismo, la impunidad, la corrupción, la opacidad y la represión, son elementos de los que la nueva estirpe priista debe despojarse por el bien del partido y por el bien de México.

Dijo Colosio que; “Ser herederos de la Revolución Mexicana, es un gran orgullo, pero eso no garantiza nuestra legitimidad política, la legitimidad debemos ganarla día con día, con nuestras acciones, con nuestras propuestas… Sólo los partidos autoritarios pretenden fundar su legitimidad en su herencia, los partidos democráticos, la ganamos diariamente”.

Ahora, como oposición nacional, nuestro reto ha sido y sigue siendo decirle a los mexicanos porque queremos llegar al gobierno y en eso, en nuestras soluciones y nuestras propuestas basar nuestros triunfos, no en alianzas intestinas ni sostenidos de los errores del adversario.

El PRI debe llegar al poder, no para regresar al régimen autoritario de partido hegemónico, pero tampoco llegará para continuar con un autoritarismo basado en poderes extra-constitucionales que busquen a través de un estado policial y represivo, solucionar los problemas del país.

La solución del PRI para mitigar los efectos del narcotráfico, definitivamente no es ni debe ser pactar con el crimen organizado, el PRI está a favor de enfrentar a este repugnante mal, pero no basados únicamente en una estrategia estéril de guerrilla urbana, el PRI, de acuerdo a su programa de acción, pretende combatirlo generando empleos dignos, educando con calidad a las nuevas generaciones, disminuyendo el consumo y la drogadicción a través del sistema de salud y compartiendo esta óptica con los países que forman parte de esta problemática de carácter multilateral.

Estamos a favor de consolidar el estado de bienestar, principio rector de la socialdemocracia internacional, de fortalecer al estado de derecho, laico y democrático, que garantice la libertad y en términos económicos la competitividad y productividad preservando la equitativa distribución del ingreso.

Que no se confundan los que dicen que no estamos definidos, cuando se trata de hablar de los derechos civiles de cuarta generación; como la unión entre parejas del mismo sexo y la libertad de la mujer a decidir sobre su cuerpo. Pero cuando los derechos civiles de primer grado, como el respeto a los derechos humanos, la libertad de expresión y la igualdad de oportunidades no son aún una realidad, no vale la pena polarizar ni enfrentar en cuestiones que en una sociedad equilibrada se darían de manera natural.

Somos progresistas, a favor de la libertad y del respeto a que el individuo elija con quien casarse y cuántos hijos e hijas tener, como personas podremos coincidir o no con las preferencias y decisiones de otros, pero el PRI no concibe un estado que le diga a una persona a quien amar y a quien no, ni un estado que persiga y encarcele a una mujer por decidir sobre su cuerpo y los hijos que desea o no tener.

En un país disminuido por la pobreza, el PRI debe entender que su principal reto como desde su origen, es hacer patente la vigencia de nuestro lema y consolidar la justicia social que haga posible una verdadera democracia.

“Democracia y Justicia Social”



Cometarios.
Jorge_dopa85@hotmail.com
Twitter. @jorgeivand

domingo, 27 de marzo de 2011

Petróleo vs México


Petróleo vs México

México es un país, que durante muchos años ha encontrado en el petróleo, la mejor forma de resarcir su precario sistema recaudatorio, las políticas erróneas de nuestros gobernantes y hasta el financiamiento de campañas electorales del grupo en el poder.

El petróleo ha sido pues, durante muchos años, un sedante para no resentir las disfuncionalidades de un sistema apócrifo, corrupto e ineficaz.

Lo realmente avergonzante es, que siendo un país petrolero, ni siquiera en ese ramo hemos sido competitivos, al grado de depender del exterior, para suministrar el mercado interno de los derivados del crudo.

Al día de hoy, los mercados internacionales del petróleo prevén ya un alza en el precio del barril, Antonio Gershenson analiza varios de los factores que provocaron este incremento en los precios de este finito recurso.

En primer lugar, todavía hay efectos del incidente de incendio en el Golfo de México. Es poca la actividad reanudada en la parte de Estados Unidos, y los costos por las nuevas medidas son más altos.

Otro, expone Gershenson, es el de la guerra de Libia, no sólo se han destruido instalaciones petroleras, sino que hay un bloqueo. El hecho es que este país, es de los que más petróleo exportaban en África, redujo muchísimo sus ventas, y los daños pueden tardar tiempo en su reparación.

Aunado a esto, los efectos del terremoto y tsunami en Japón y sus daños en plantas nucleoeléctricas fueron enormes, y sus efectos en buena medida son de largo plazo, la electricidad faltante se tendrá que generar sobre todo con gas natural y tal vez otros hidrocarburos; todo el gas de Japón es importado, así que el aumento del precio repercute también en otros países.

Esto serian buenas noticias para México, sin embargo no es así, y no sólo se trata de que la producción de crudo ha bajado en nuestro país, (De 2004 a 2010 ha bajado 24 por ciento, a pesar de que en las regiones Sur y Marina Suroeste la extracción ha aumentado) se trata de que importamos gasolina y otros refinados y petroquímicos en cantidades enormes y a precio más elevado. En enero y febrero lo pagado por los refinados importados aumentó casi al doble en relación con el mismo periodo de 2010.

La cifra de importaciones de gasolina a México se elevó 404% en un periodo de cinco años, según datos de la propia Secreataría de Energía. Estos estudios también indican que el crecimiento promedio de la importación de gasolinas fue superior al 38% anual, en el año 2009 la demanda registrada llego al 40%.

La misma Secretaría de Energía (Sener) en México, espera que las importaciones de gasolina lleguen a 323.500b/d el 2011, un aumento frente a los 301.800b/d del 2007, según la proyección de petrolíferos para el 2007-2016 de Sener.

Tras alcanzar el valor máximo de importación para el período que se registrará el 2011 -que compondrá un 36,7% del consumo nacional- se espera que las importaciones bajen a 253.000b/d hacia el 2016.

La inoperancia del Sistema Nacional de Refinación (SNR) provocó una sangría al país, por 10,535 millones de dólares en el 2010 por compras de gasolinas de Estados Unidos, ocho veces más de lo que representó en el 2000, de acuerdo con expertos y el Banco de México (Banxico).

En el presente gobierno, la política de importación de combustibles representa, que casi cinco de cada 10 litros que se queman en el país provienen del extranjero, en especial de EU.

Banxico detalla que el valor de las importaciones de gasolinas representó el 32.8% del valor de las exportaciones de petróleo crudo, que a noviembre fue de 32,117 millones de dólares. Esto es, que de cada 10 dólares que ingresan al país por la exportación de petróleo crudo, México devuelve 3.3 dólares por compras de gasolinas.

Sin embargo, mientras las importaciones mexicanas de gasolina han aumentado, es importante mencionar que los ingresos por exportaciones petroleras han ido disminuyendo en los últimos años.

El petróleo, como un recurso finito, debe ser aprovechado en dos vertientes torales, para el desarrollo energético del país: primero y ajustándonos a la coyuntura, se tiene que fortalecer la transformación y procesos de refinacion del crudo, esto con los remanentes de la renta petrolera y con la inversión de capitales privados, sin menoscabar la propiedad pública de PEMEX, y segundo, y más importante, destinar parte de esta renta petrolera a procesos de trancisión energética, buscando ser competitivos en la generacion de energias limpias y renovables.

Por supuesto, para esto tienen que despetrolizarse las finanzas, con un sistema recaudatorio mas equitativo y eficaz, pero sobre todo, con una gran intención política de hacer de esta país, un ente competitvo a nivel global en materia de energía.

sábado, 5 de marzo de 2011

El arribo de Moreira




El pasado viernes, el Partido Revolucionario Institucional celebró en la ciudad de Santiago de Querétaro, ochenta y dos años de existencia, fue en esa misma ciudad pero en 1929, cuando el General y Presidente del País, Plutarco Elías Calles, convocó a la asamblea constituyente del Partido Nacional Revolucionario (abuelo del PRI), con el propósito de "pasar de un país de caudillos a uno de instituciones y leyes".

Ochenta y dos años después, en el mismo Estado, luego de crear el andamiaje institucional de este país, de anidar también gobiernos autoritarios y represores y de perder dos veces consecutivas la presidencia de la república, el PRI empieza a tomar un rostro diferente y un nuevo discurso.

Hace ochenta y dos años, un coahuilense (Manuel Pérez Treviño) tomaba protesta como Primer Presidente del Partido que aglutinaba a más de novecientos partidos y grupos revolucionarios. El cuatro de marzo que acaba de pasar, otro coahuilense, (Humberto Moreira) toma las riendas del mismo partido, con miras y preferencias hacia el proceso electoral del dos mil doce.

Aunque en situaciones disímiles, estos dos coahuilenses desde ese día (4 de marzo de 1929 y 4 marzo de 2011) afrontaron un gran reto; llevar a su partido a la Presidencia de la República, Manuel Pérez Treviño lo logró y ungió a Pascual Ortiz Rubio como primer Presidente emanado de las filas del Partido de la Revolución, Humberto Moreira Valdés, empieza apenas a afrontar el mismo reto.

Hasta ahora, parece que el PRI, tras casi una docena de años en la oposición, empieza a entenderse como un Partido con vocación competitiva y equilibrada, que a diferencia de la elección presidencial pasada y a diferencia también de los demás partidos en la actualidad, llega sin desencuentros internos, con consensos claros, con un mensaje diferente y con un buen margen de aceptación entre la ciudadanía.

Llama la atención el mensaje del nuevo dirigente nacional, que sin duda rompe con atavismos y también deja claros algunos puntos que el PRI llevaba tiempo sin resolver. Este nuevo discurso podemos dividirlo en cuatro:

Rompimiento con el Pasado.
En su intervención como presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Moreira arrojó el peso de los errores del pasado y se declaró parte de una nueva generación de priístas, de políticos que gobiernan bien, que hacen compromisos y que hablan diferente, con resultados.

“Los priístas reafirmamos nuestro orgullo por lo que supieron realizar los gobiernos emanados de nuestro partido. Sin embargo, no es al pasado adonde los priístas deseamos regresar, no es a ningún pasado que esta generación del PRI pretende volver. El partido mira hacia delante, avanza hacia el futuro, se mide con los desafíos de este siglo”.

"Quienes quieren volver al pasado son los conservadores que defienden privilegios y atentan contra el Estado laico. Quienes desearían volver al pasado son los nostálgicos del populismo, los que creen que la equidad social, es igual a subsidios irracionales e insostenibles".


Fortalecer la Unidad.
En su primer discurso el ex-gobernador de Coahuila, reconoció las fracturas internas de su partido y posicionó como prioridad de su administración, fortalecer la unidad:

"Con unidad no nos atemorizan las alianzas impúdicas entre adversarios, que solamente se hermanan en su obstinación de frenar lo inevitable, el avance del partido más grande de México".

"Los priístas sabemos que el partido se ha desunido y ha perdido, y sabemos también, que cuando está unido, es invencible".

"No nos atemorizan las relaciones espurias de quienes traicionaron sus orígenes, sus trayectorias y su discurso, por la vana ilusión de impedir las victorias del PRI" sostuvo.

Haciendo mención implícita al gobierno de Felipe Calderón el mensaje fue orientado a no tener miedo del uso del Estado en maniobras de carácter electoral.

"Se utiliza el poder político NO para lograr acuerdos de alcance nacional, sino para otorgar ventajas electorales".


Partido de contrapesos.
Esta parte de su discurso no estuvo inscrita dentro del mensaje central, sin embargo, antes de iniciar su intervención, saludó a todos y cada unos de los Gobernadores presentes, a los dirigentes de las bancadas en el Congreso de la Unión y a los líderes de los sectores y las organizaciones partidarias, dando por entendido que en esta nueva etapa del PRI el poder no sólo puede, sino debe ser compartido, para asegurar la cohesión interna.

El respaldo de los aproximadamente veinte mil asistentes, al gobernador Enrique Peña Nieto, fue un mensaje claro del cabildeo de este gobernador con los diferentes grupos estatales y nacionales y por supuesto de su posicionamiento y presencia pública rumbo al proceso electoral del 2012, al grito de ¡Peña Presidente! más de una vez, la concurrencia interrumpió al orador.

Papel Opositor.
Desde antes de tomar protesta, Humberto Moreira había manifestado que "el PRI dejaría de poner la otra mejilla", y así fue también en este primer mensaje, dentro de su discurso exclamó:

"A pesar de las cuentas alegres, México ha perdido liderazgo en materia económica, mientras los salarios se han visto golpeados con el crecimiento de los precios"

"Es lamentable no poder vivir en paz, como consecuencia de la inseguridad, resultado de una política interna guiada por la incongruencia y la impericia, y una política exterior que parece haber perdido el rumbo".

Por último, las palabras de Humberto Moreira rompieron el esquema de la critica inerte para pasar a la critica con propuesta y señalo directrices claras que centran la visión de estado del PRI en el enfoque de la socialdemocracia, como el fortalecimiento de la economía interna y el combate a la pobreza;

“El PRI sabrá impulsar el crecimiento de la economía y crear empleos con nuevas capacidades y tecnologías, fortaleciendo el mercado interno. Sabrá hacer alianza histórica con los sectores productivos para propiciar la inversión, que es el motor del crecimiento, de la generación de empleos y de mejores ingresos para todos. Esa alianza será clave para revertir el agrandamiento de la marginación social y la pobreza, que se ha agudizado en años recientes. El PRI sabrá construir políticas que regresen la paz y la seguridad a los mexicanos, sabrá cambiar el sentido del servicio público.”

El gran reto en esta nueva etapa del PRI, es poder llevar esta visión al terreno de los hechos, a los estados, a las corrientes internas del partido, para en el corto plazo recuperar la presidencia de la República y en el mediano desde el poder como en 1929, reformar al PRI, re-fundarlo para hacerlo mas ciudadano, mas apegado a las realidades de los mexicanos... Sin embargo ese reto no es exclusivo del PRI, concierne esa tarea a todos los que conforman el desacreditado sistema de partidos en México

lunes, 21 de febrero de 2011

Ideología


Ideología es una palabra que normalmente escuchamos entre políticos, filósofos, religiosos, maestros, amigos etc., y que usamos recurrentemente para hacer mención a la forma que tenemos de ver la vida o alguno de sus componentes.

La ideología, según la Real Academia Española es el conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona o una colectividad, un pensamiento general sobre la situación social, política, económica, cultural, religiosa y moral de un determinado sistema.

La historia ha constatado el surgimiento, apogeo y caída de varias de ellas, las hay desde conservadoras, revolucionarias, reaccionarias y reformistas y su funcionamiento a palabras de Marx, ha sido el de actuar como lubricante para mantener fluidas las relaciones sociales, proporcionando el mínimo consenso social para el predominio de las clases dominantes y del poder político.

En política, las ideologías son sistemas de creencias que buscan encauzar el actuar del gobierno sobre determinados conceptos, valores, tradiciones y principios. Para lograr este objetivo en las democracias modernas los simpatizantes de estas ideologías se agrupan en partidos o agrupaciones políticas para obtener el poder público o para presionar a quienes lo detentan.

Pero, ¿qué pasa en nuestro sistema político mexicano?, ¿siguen siendo los partidos políticos generadores de identidades ideológicas?, la respuesta es más que obvia, los partidos políticos han perdido identidad y capacidad para generarla, su participación se ha limitado a generar especialistas en campañas electorales, que a formar hombre y mujeres de estado, su lucha ha pasado del campo de las ideas al de los intereses y sus objetivos más que en las próximas generaciones se han centrado en las próximas elecciones.

Los partidos políticos en el México de principios del siglo XX, fueron fundamentales para esquivar el sinuoso camino de los países hermanos de Latinoamérica que transitaron entre la anarquía y la dictadura, partidos como el PNR, el PRM, el PAN, el PRI etc., (con sus bemoles) posibilitaron la transición pacifica del mando y fueron dándole forma a la institucionalización democrática.

Sin embargo al día de hoy, los partidos políticos parecen ser el impedimento más fuerte para que el país y la democracia sigan avanzando. Sus luchas intestinas que más que en ideas se centran en intereses y en reforzamiento de percepciones con miras a los posteriores procesos electorales.

Es decir, los partidos políticos aunque necesarios, están convirtiéndose en obstáculos para el desarrollo nacional, y esto tiene que ver con la falta de formación ideológica de sus cuadros que al ser individuos motivados solo por sus aspiraciones personales carecen de visión de largo plazo e ideas claras para solucionar los problemas más atenuantes del país.

La mezcla de actores de diversos partidos políticos que hoy presenciamos, evidencian la grave crisis institucional por la que está pasando el sistema de partidos en nuestro país, partidos y actores políticos sin identidad, sin congruencia, solo con intereses que son tan poderosos como para hacerlos traicionar sus propios valores y sus propios principios, claro, si es que algún día los tuvieron.

Sin ideología, la política se convierte en un fenómeno monótono, falto de espíritu, mística e ideales y repercute en la formación de sociedades injustas, corruptas y desiguales como la nuestra.

Twitter. @jorgeivand

lunes, 7 de febrero de 2011

Los "Triunfos" del PAN


“No se le puede llamar victoria a aquella que se consigue con medios ajenos” Nicolás Maquiavelo.

El pasado domingo se efectuaron las elecciones para renovar al poder ejecutivo, legislativo y los gobiernos municipales en Baja California Sur. Un día después el candidato de los partidos; Acción Nacional (PAN) y Renovación Sudcaliforniana (PRS), Marcos Covarrubias, se perfilaba como el vencedor de la contienda.

Sin embargo lo que llama la atención es que Marcos militaba con anterioridad en el PRD, fue presidente municipal y diputado federal por las siglas del sol azteca y era del grupo del ex priista Leonel cota Montaño ex líder nacional del PRD, y del actual Gobernador de B.C.S. Narciso Agundez Montaño, el ultimo sucesor de Leonel en la gubernatura y primo hermano de Leonel.

Sin embargo los dos primos se rasgaron las vestiduras en la sucesión del 2011, Leonel quería imponer a su hermana -presidenta municipal de la capital- y Agundez tenía su delfín, el cual resulto el candidato del PRD y con ese hecho Leonel se deslindó del PRD y postuló su candidatura a presidente municipal de los cabos por el Partido Nueva Alianza.

Sin embargo uno de los contendientes a la candidatura del PRD al ver frustrado su proyecto decide jugársela en las filas del PAN y resultó el ganador de la contienda… después de esta brevísima explicación ¿cree usted que gano en PAN? ó ¿perdió el PRD?...

Pues este pequeño ejemplo de nuestros paisanos de Baja California Sur es un reflejo burdo de lo que pasa en el país entero a nivel político e ideológico. Este hecho, el de Guerrero, el de Puebla, el de Oaxaca, entre otros, nos enseña que en este país; LOS PARTIDOS POLITICOS HAN MUERTO!.

Ese es el ejemplo más claro de que la ideología y la concepción de un proyecto de país, solo se encuentra en los documentos básicos de los partidos políticos, solo ahí, porque sus militantes, sus cuadros y sus dirigentes no saben nada de eso, no es que lo conozcan y lo traicionen, ni siquiera podemos hablar de traición cuando no se conocen los principios y valores de la institución, más bien hablamos de ignorancia.

Y cuando hay en política ignorancia, rápidamente esta desaparece y la representación y administración de lo público se convierte en un cúmulo de intereses que nada tienen que ver con los principios y los fines políticos.

Que decepción lo que hoy presenciamos de nuestra “clase política” mexicana. Las alianzas no son malas pero hay que diferenciar una alianza de un acto de prostitución política, si los políticos no son congruentes ni siquiera con lo que piensan, ¿cómo los ciudadanos podemos ser tan ingenuos en pensar que lo serán con nosotros?

Este es un problema ambivalente, tiene que ver con los políticos y fundamentalmente con los ciudadanos. Solo la sociedad organizada puede hacer que la democracia pase de ser un sistema electoral a un sistema social de resultados.

Twitter. @jorgeivand

martes, 1 de febrero de 2011

Aristotelismo


Aristotelismo

Si bien, Aristóteles afirmaba, que la trascendencia de las ciencias (o actividades humanas) radicaba en función de la escala gobernante entre unas y otras, la política, que se sirve de todas las ciencias y legisla sobre ellas, es pues la ciencia suprema por excelencia, ya que su fin es la suma de todos los fines, de todas las ciencias, que confluyen en el bien humano.

La política, en su parte esencial es por tanto el más excelso de todos los bienes en el orden de la acción humana, y como satisfacción personal de quien bien la ejerce, el logro del honor a través de la virtud. Y estando en el plano personal, es cierto e irrefutable que el fin de cuanto hacemos o dejamos de hacer, gira en torno a alcanzar la felicidad.

Y hablando de virtud, ésta en la política, se mide por lograr hacer de los conciudadanos hombres de bien y obedientes a las leyes (hombres virtuosos), ya que éstas últimas, siendo el marco donde el transitar de la vida se ejecuta cotidianamente, son vías para adquirir la virtud, que sólo puede conseguirse en la practica, porque únicamente así, los actos que ellas determinan, podrán convertirse en hábitos y éstos en un estilo de vida colectiva.

Porque recordemos como el mismo Aristóteles lo decía “que una golondrina no hace primavera, ni un amanecer al sol”, así que la virtud no es cuestión de acciones espontáneas de caridad o justicia, (como pretenden justificarse los grandes derrochadores del capital) sino el ejercicio cotidiano de los valores virtuosos y justos.

Los legisladores pues, con sus acciones, hacen contraer hábitos a los ciudadanos, para hacerlos virtuosos, en eso consiste su trabajo, pero el verdadero hombre de Estado, el verdadero político, el buen legislador, deberá ser por excelencia el más virtuoso de entre los suyos, para que dicha regla pueda tener efecto.

En una sociedad, donde el conjunto de leyes vigentes ha sido sobrepasado por un sistema que no basa sus fines en el bien humano, sino en la economía (que es humano pero no colectivo) es lógico que un orden de carácter político no funcione, por dos aspectos fundamentales;

1.- Porque el mercado, siendo un sistema de naturaleza despótica y autoritaria, ha rebasado el poder del Estado, donde democráticamente es representado el poder del pueblo, y

2.- Porque a diferencia de lo que enmarca Aristóteles como un político, nosotros sólo tenemos empleados del mercado (que los llevó al poder) porque de virtud suprema y de políticos no poseen la mínima parte.

En estos momentos donde a nivel mundial el Estado busca reposicionarse como fuerza gobernante de la sociedad, el mercado, representado por algunas familias, se rehúsa a acceder a lo que la propia naturaleza de la democracia demanda.

Aunque ningún límite de riqueza ha sido instituido para los hombres, en una sociedad tan dispar, parece necesario. Porque pareciera que el goce de estos burgueses se cifra en el exceso, y al no tener un límite para éste, y menos por una vía legal, se lo procura por otros medios, sirviéndose de su poder de forma antinatural y despótica.

“El señorío político se ejerce sobre hombres libres por naturaleza, y el despótico sobre los naturalmente esclavos". Aristóteles.

domingo, 30 de enero de 2011

Dos Visitas; Dos Visiones

La semana pasada visitaron nuestro país, la Secretaria de Estado Hillary Clinton y el ex mandatario colombiano César Gaviria, aunque los dos en contextos diferentes – La primera en Guanajuato, en una visita de Estado y el segundo en el seno de la fracción parlamentaria del PAN en la Cámara de Diputados- su tema central fue el mismo; el combate al crimen organizado.

Sorprende de sobre manera la diferencia de visiones sobre el tema y la disímil opinión que ambos tienen respecto a las soluciones de esta problemática.

Por una parte Hillary Clinton en el discurso acepta que el oleaje de violencia y los demás efectos del narcotráfico son un problema compartido, pero por otra la única solución que plantea es donar al gobierno mexicano 500 millones de dólares para fortalecer el combate armado hacia los cárteles.

Tal vez lo que muchos quisiéramos haber escuchado era el anuncio de algún programa agresivo para reducir el consumo de sus compatriotas o uno que impidiera el tráfico de armas en la frontera México-estadounidense, pero no fue así, la canciller tenía dos objetivos muy claros; sanar asperezas por el tema “Wikilikes” y fortalecer la acción del gobierno que está haciéndole a Estados Unidos el trabajo sucio.

No sorprende la actitud del gobierno norteamericano que siempre nos ha visto a palabras del finado Aguilar Zinser, como su patio trasero. Lo que en realidad sorprende es la actitud de gobierno mexicano, que actúa de manera servil a los intereses del vecino país.

En este contexto giran las opiniones de César Gaviria quien invitado por Josefina Vázquez Mota con el objeto de comentar con los integrantes del grupo parlamentario del blanquiazul las acciones emprendidas por el gobierno de Colombia en el ámbito de la seguridad interna y el combate a la delincuencia organizada.
Las conclusiones de Gaviria fueron contundentes, tanto, que creo que después de exponer sus puntos de vista, muchos panistas reflexionaron sobre el hecho de su invitación.

“México no tiene los instrumentos necesarios para enfrentar la guerra contra el narcotráfico”, sostuvo el ex presidente de Colombia.

También sugirió a México que exija a Estados Unidos la disminución del consumo de drogas, porque no habrá de resolverse el problema si no se reconoce del lado estadunidense que éste tiene origen en su territorio. Gaviria dijo que no sólo la policía ha sido penetrada por el narcotráfico, sino también se encuentran contaminadas la política y la aplicación de la justicia.

Además, criticó la exposición mediática de narcotraficantes como Édgar Valdés Villarreal y José Jorge Balderas. “¡Fue un error! Se les tiene que mostrar con camisas a rayas, un número en el pecho y esposados, para mostrar así la fuerza del Estado”.
“Este país no está trabajando suficientemente en lavado de dinero, en lavado de activos. Se tiene que hacer un control de los negocios y la población; quién está comprando, por qué; esta es una cosa esencial para saber quién está moviendo dinero, se trata de saber qué es bien y qué es mal habido”.

La visión de Gaviria, es mucho más profunda y certera, presidente de un país latinoamericano que vivió en carne propia el tema del Narcotráfico, sabe que el problema va más allá de las armas o los programas de seguridad nacional, sabe que es un problema sistémico y un problema de mercado, que obedece a las variables de oferta y demanda.

No cabe duda que para ser jefe de estado, no basta tapar el sol con un dedo y respaldar acciones de gobierno para cubrir protocolos diplomáticos. Hay que profundizar en los temas, en las políticas y en las estrategias, venir a dar un cheque a manera de limosna es ofensivo y denigrante.

domingo, 23 de enero de 2011

Retos de los Partidos Politicos en México


El año que inicia es un uno de intensa actividad política, el 2011 se presenta como preludio de un proceso que sin duda volverá a romper los cánones de lo que hasta ahora hemos visto en la disputa del poder político en México.

La constitución y el sistema político mexicano, establecen que la disputa por el poder público y la representación popular en sus diferentes niveles, se ha de hacer a través de organismos de interés público, llamados partidos políticos.

La figura del partido político a lo largo de la historia universal ha tomado diversos causes, en su inicio, su legitimidad se encontraba inscrita en la representación de clases sociales específicas y la lucha por sus intereses.

Sin embargo hoy en día y ante la inminente diversificación del conglomerado social y el incremento de la clase media , esta base de legitimación carece de sustento, más allá de clases sociales, los partidos ahora, ofrecen soluciones a grandes problemas y encabezan causas de minorías, que más allá de su estrato social los identifican otros factores.

La función de los partidos políticos es un tanto ambigua, pero indispensable en una sociedad plural que se esfuerce en darle cauce institucional a su vida pública. Pese a todas las variables negativas (que las hay en su mayoría en nuestro país) es más benéfico para el orden político y el funcionamiento democrático tenerlos, que adolecer de ellos.

Hay diferentes tipos de partidos políticos; Conservadores, Progresistas, Liberales, Ecologistas etc. Pero más allá de la ideología y las causas que encabecen, hay diversos factores que a todos son comunes y que si se conocieran y se trabajara en ellos, seguramente serían mayores los encuentros que las discordias y por consecuencia el país avanzaría.

A continuación describiré solo tres acciones de esta naturaleza;

Formación Política de Cuadros
De la ideología que sea, no hay nada más benéfico para una sociedad que un funcionario público y/o representante popular preparado, conocedor de los problemas que se viven y conocedor también de sus posibles soluciones. Esto que pudiera parecer cuestión de sentido común es una batalla perdida en la mayoría de los partidos políticos en México y su repercusión social es terrible, cuanto tiempo hemos perdido por esperar a que sobre la marcha los políticos aprendan a gobernar.

Organización del Tejido Social
Las estructuras políticas que generan los partidos para su representación y activismo político abonan al funcionamiento democrático, sin embargo en nuestro país la inmensa mayoría de las estructuras están sustentadas en el clientelismo político, tarea impostergable repensar su conformación y su modus operandi, sobre todo aquellas que vayan en función de hacer q estas bases, funcionen más en beneficio de la comunidad de que emanan.



Diseño, Seguimiento y Evaluación de las políticas públicas
Un partido en el poder diseña, ejecuta y evalúa políticas públicas y acciones de gobierno; así mismo un partido de oposición propone, evalúa, reconoce y señala anomalías de las mismas. Bueno esto en la teoría, en la practica la crítica se basa más en percepciones, banalidades y mentiras que tienen que ver más con la desacreditación del oponente que con cuestiones de impacto real en la ciudadanía. Crear, fortalecer y apostarle a organismos de análisis al interior de los partidos es una tarea necesaria y urgente para elevar el nivel de discusión política y la credibilidad de los partidos.

Sin duda hay muchos más temas y tareas en los que los partidos políticos pudieran coincidir, sin embargo estos temas tienen un inconveniente; No son redituables al corto plazo, no se enfocan a la próxima elección, más bien tienen una misión más profunda, sistémica… política.

Dejemos de hacer política sobre la marcha y devolvámosle algo de credibilidad a la actividad suprema por excelencia. El reto principal de los partidos políticos en México es Convertirse en Partidos y dejar de ser solo grupos de interés.

domingo, 2 de enero de 2011

La palabra


Sin lugar a dudas, el descubrimiento humano más importante de la historia, es, ha sido y seguirá siendo el lenguaje… la palabra. Gracias a esta maravillosa herramienta, el hombre ha podido comunicarse con eficacia, y es la palabra hablada o escrita, la base de la convivencia social y sustento de toda civilización.

Gracias a la palabra, el ser humano puede conocer su pasado, estudiar y analizar su presente y poder con esto, predeterminar gran parte de su futuro. Es pues el lenguaje, la maravilla humana que permite su supremacía.

En la política, que a decir de Aristóteles, es la actividad suprema del ser humano –porque gobierna y legisla sobre todas las demás actividades- la palabra, es la única herramienta para lograr un fin político, y cuando se emplea de manera efectiva, es que se logra el convencimiento; instrumento inherente y fin último de la comunicación.

En la actualidad, donde la mercantilización de todo aquello que exista, ha rebajado a la política a la mercadotecnia y ha hecho, a las causas “marcas” y a los hombres “productos”, es necesario revalorar el papel que juegan la palabra y el convencimiento en la actividad suprema a la que hacía mención Aristóteles.

Porque reitero; la mercadotecnia, puede hacer ganar elecciones y ante la perspectiva pública, puede hacer parecer políticos a quienes no lo son, pero lo que nunca logrará la mercadotecnia política, es darle rumbo y certeza a una nación, ni tampoco logrará lo que con ello se obtiene; que es identidad nacional o dicho en otras palabras, conciencia colectiva. Esa conciencia que nos hace entendernos como parte de un todo, de una familia, de una sociedad, de un municipio, de un estado, de una nación… de un planeta.

La palabra tiene el poder de programar nuestro interior, pero también tiene el poder de cambiar las circunstancias, la palabra tiene la capacidad de hacer todo y paradójicamente no ser nada, más que sólo palabra. En el pretérito, empeñar la palabra era símbolo de honor, de justicia, de compromiso, sin embargo esa cultura en la actualidad no tiene ninguna trascendencia.

La política sin el uso efectivo de la palabra, no es política, podrá ser mafia, intereses, comercio, etc. Pero la política en su más pura esencia sólo conoce una herramienta… la palabra. No entendida como arma demagógica para la persuasión perversa y farsante, sino como el medio para construir y consensuar.