lunes, 13 de diciembre de 2010

ESTRATEGIA


Cuando se evocamos a la “estrategia”, hablamos de planear y llevar a cabo acciones específicas para conseguir un fin. La palabra estrategia proviene del griego Stratos = ejército y Agein= conductor “conductor de ejércitos”, así pues este término tiene sus orígenes en el arte de la guerra. Con el correr del tiempo, el concepto de estrategia fue refinándose cada vez más, siendo adaptado primero a las necesidades militares y luego también a las empresariales y políticas.

Regularmente la palabra estrategia se ha hecho común en todo aquello que tiene que ver con la conducción de grupos y la consecución de objetivos, así pues deportes como el futbol soccer, basquetbol, beisbol, futbol americano entre otros utilizan ya esta palabra dentro de su léxico convencional.

En política la planeación estratégica sigue siendo la excepción, pues continúan prevaleciendo el comportamiento táctico y la acción a corto plazo. En la conceptualización a largo plazo, en la ejecución de políticas y naturalmente también en la realización de campañas, la planificación estratégica es requisito para lograr el éxito y el desarrollo sostenible.

La estrategia pues, representa el análisis de todos los factores y la toma de decisiones alejadas del prejuicio y la inmediatez.

La guerra civil, iniciada por el Gobierno Federal para acabar con las redes del crimen organizado, se presenta como una estrategia político-militar para mitigar los efectos del narcotráfico, pero ¿en realidad es una estrategia basada en el análisis frio de todos los factores para erradicar dicho mal? ¿O una para legitimar las acciones de un grupo en el poder?

Lo anterior lo expreso porque hay diversas acciones de esta lucha que al ser analizados como estrategia para “acabar” con el narcotráfico no cascan.

Por ejemplo dentro de la estrategia no se considera la ley de la oferta y la demanda, que comúnmente es mucho más poderosa que las leyes que hacen los legisladores.

Las acciones de gobierno van encaminados a la parte ofertante (narcotraficante), pero ejercen esfuerzos casi nulos en la parte demandante (consumidor). Y quien tiene conocimientos básicos de economía, sabe que estos indican que para acabar con un mercado es necesario acabar con el consumo, no con la oferta.

Porque si queremos acabar con la oferta y el producto empieza escasear, inevitablemente aumentan los precios y esto a su vez aumenta el número de proveedores que entran al mercado. Prohibir la adquisición de un producto no evita su consumo, por el contrario alimenta el morbo e incita su búsqueda.

El problema toral de un mercado se presenta pues en la demanda, lo cual coloca a México en este tema, como en muchos más, en un problema bilateral ya que es verdadero mercado de consumo se encuentra en los Estados Unidos (más de 37 millones de consumidores), pero la estrategia de combate no contempla esta arista y se siguen matando mexicanos contra mexicanos pero el consumo nacional y extranjero no forman parte de la estrategia y no se le dedica ni el 20% de lo que se destina a armas, equipamiento y municiones para su combate.

La ley dice que donde haya demanda, habrá siempre un ofertante y en este país con más de 40 millones de pobres en sus diversas clasificaciones y 7 millones de jóvenes que no pudieron concluir sus estudios ni encuentran una fuente de trabajo, así se extermine por completo con el crimen organizado al día siguiente habrá cientos de miles que querrán incorporarse a un negocio que tiene una demanda interminable en el vecino país del norte.

Pero los grandes temas para acabar con el mercado de consumo como; la prevención, la rehabilitación o la legalización de algunas drogas para tomar el control de la distribución y hacerse de ingresos económicos para su real combate siguen pendientes.

Por eso después de analizar algunos factores no dudo que haya acciones por parte del gobierno federal para combatir al narcotráfico, lo que no hay es ESTRATEGIA para acabar con la drogadicción e implícitamente con el crimen que ella genera.