lunes, 9 de mayo de 2011

CIENCIA vs POLÍTICA


La ciencia ha sido el camino para el desarrollo humano, en ella hemos encontrado la forma de evolucionar a través de la conjunción y sistematización del conocimiento. Desde la invención de la rueda, la penicilina, la locomotora, hasta internet, la ciencia le ha facilitado al hombre su estancia en la tierra.



Richard P. Feynman premio Nobel de física en 1965, define a la ciencia principalmente como tres variables; 1.- Un método especial de descubrir cosas, 2.- Los conocimientos emanados a raíz de las cosas descubiertas y 3.- La aplicación o producción real de nuevas cosas (tecnología).



Feynman considera que la ciencia siempre es benéfica para la humanidad, por el solo hecho de poder hacer algo la ciencia tiene valor. Sin embargo el mismo Feynman advierte que este poder para hacer las cosas, no incluye instrucciones sobre cómo utilizarlo, si utilizarlo para el bien o utilizarlo para el mal.



Cuando al científico se le dice que tiene que ser más responsable de sus efectos en la sociedad, a lo que se está aludiendo en realidad, es a las aplicaciones que se le dan a la ciencia. Afirma Feynman.



En lo personal creo que pasa lo mismo con la política, cuando afirmamos que es la política la que no deja avanzar al país en sus diferentes problemáticas, creo que más bien estamos aludiendo a las aplicaciones que se le dan a la política en este país.



La política como ciencia busca -como en cualquier tipología del método científico- a través de la observación analizar las relaciones de poder que se encuentran inmersas en un conjunto social, sean cuales sean sus dimensiones, locales, nacionales, internacionales y a nivel mundial.



El poder, siendo la capacidad de un actor social de influir sobre otros, se encuentra presente en todas las interacciones humanas, y la ciencia, como actividad que pretende conocer las realidades, no puede despojarse de los influjos que las interrelaciones de poder producen. Incluso, el mismo conocimiento se ve muchas veces impulsado o detenido por las decisiones del poder que impera en una determinada sociedad.



Son pues la política y la ciencia factores conjugables a partir de la corriente del comportamiento, que trata de observar las actitudes de los políticos y de los ciudadanos bajo premisas estrictamente científicas.



La ciencia trata de comprender como trabaja la naturaleza, la ciencia política trata de comprender las interacciones de poder entre los seres que conforman una determinada sociedad, ambas lo hacen a través de la observación que en el método científico es el juez ultimo y final de la verdad de una idea.



Pareciera casi utópico pensar que en nuestro entorno pudiese verse a la política como un proceso científico que busca como cualquier otra ciencia la felicidad y el desarrollo del hombre, pero las mismas utopías son vistas en la ciencia como verdades prematuras y pareciera necesario que algo de ciencia empiece a verse en la profesión que según Aristóteles es la suprema actividad humana… la política.



El primer paso es imaginarlo, la imaginación en la ciencia es un tipo de imaginación muy interesante y distinta a la del artista explica Feynman, y su gran dificultad consiste en imaginar algo que uno no ha visto nunca. Creo que en este mismo orden de ideas, la política requiere imaginar algo que jamás ha visto y mucho menos presenciado, la pregunta es; ¿habrá políticos que lo imaginen?



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Twitter; @jorgeivand