lunes, 28 de mayo de 2012

Reflexión sobre #YoSoy132


Sin duda, nuestro país es uno, lleno de injusticias y grandes contrastes sociales; la pobreza, la acumulación rapaz de la riqueza en manos de unos cuantos, los pobres mecanismos democráticos con los que contamos y la falta de reformas para salir del estoicismo socioeconómico en el que hemos padecido por más de una década, parecieran razones suficientes para que los que habitamos este país tomemos medidas mas drásticas para mostrar nuestra inconformidad. 



En lo particular, estoy convencido que cualquier movimiento de indignación que encabecemos los jóvenes en México, no solamente tiene razón de ser, sino que se antoja necesario e indispensable para hacer que las cosas se trasformen y avancen a una democracia plena y se logren los beneficios sociales que ésta conlleva.



Como joven, coincido con algunos de los puntos que ambiguamente ha planteado este movimiento, el cual ha tomado forma en algunos lugares del país. Sin embargo, considero que tornar los esfuerzos de un movimiento social contra un candidato, lo hace perder las  características básicas para que un movimiento social cobre credibilidad, pluralidad, apartidismo y tolerancia.



Los problemas de este país van mas allá de los candidatos que disputan la presidencia de la república, los grandes problemas de México estriban en un sistema que impide la distribución equitativa de la riqueza y mantiene privilegios para los grandes monopolios de poder que existen en este país.



Si este movimiento es socialmente legitimo el tiempo nos los dirá, si sus objetivos van mas allá de un proceso electoral y enfoca sus baterías a los verdaderos problemas que encarna este país -que trascienden los periodos sexenales- entonces podremos hablar de un verdadero movimiento que encarne el cambio social.



Que así sea...