domingo, 30 de enero de 2011

Dos Visitas; Dos Visiones

La semana pasada visitaron nuestro país, la Secretaria de Estado Hillary Clinton y el ex mandatario colombiano César Gaviria, aunque los dos en contextos diferentes – La primera en Guanajuato, en una visita de Estado y el segundo en el seno de la fracción parlamentaria del PAN en la Cámara de Diputados- su tema central fue el mismo; el combate al crimen organizado.

Sorprende de sobre manera la diferencia de visiones sobre el tema y la disímil opinión que ambos tienen respecto a las soluciones de esta problemática.

Por una parte Hillary Clinton en el discurso acepta que el oleaje de violencia y los demás efectos del narcotráfico son un problema compartido, pero por otra la única solución que plantea es donar al gobierno mexicano 500 millones de dólares para fortalecer el combate armado hacia los cárteles.

Tal vez lo que muchos quisiéramos haber escuchado era el anuncio de algún programa agresivo para reducir el consumo de sus compatriotas o uno que impidiera el tráfico de armas en la frontera México-estadounidense, pero no fue así, la canciller tenía dos objetivos muy claros; sanar asperezas por el tema “Wikilikes” y fortalecer la acción del gobierno que está haciéndole a Estados Unidos el trabajo sucio.

No sorprende la actitud del gobierno norteamericano que siempre nos ha visto a palabras del finado Aguilar Zinser, como su patio trasero. Lo que en realidad sorprende es la actitud de gobierno mexicano, que actúa de manera servil a los intereses del vecino país.

En este contexto giran las opiniones de César Gaviria quien invitado por Josefina Vázquez Mota con el objeto de comentar con los integrantes del grupo parlamentario del blanquiazul las acciones emprendidas por el gobierno de Colombia en el ámbito de la seguridad interna y el combate a la delincuencia organizada.
Las conclusiones de Gaviria fueron contundentes, tanto, que creo que después de exponer sus puntos de vista, muchos panistas reflexionaron sobre el hecho de su invitación.

“México no tiene los instrumentos necesarios para enfrentar la guerra contra el narcotráfico”, sostuvo el ex presidente de Colombia.

También sugirió a México que exija a Estados Unidos la disminución del consumo de drogas, porque no habrá de resolverse el problema si no se reconoce del lado estadunidense que éste tiene origen en su territorio. Gaviria dijo que no sólo la policía ha sido penetrada por el narcotráfico, sino también se encuentran contaminadas la política y la aplicación de la justicia.

Además, criticó la exposición mediática de narcotraficantes como Édgar Valdés Villarreal y José Jorge Balderas. “¡Fue un error! Se les tiene que mostrar con camisas a rayas, un número en el pecho y esposados, para mostrar así la fuerza del Estado”.
“Este país no está trabajando suficientemente en lavado de dinero, en lavado de activos. Se tiene que hacer un control de los negocios y la población; quién está comprando, por qué; esta es una cosa esencial para saber quién está moviendo dinero, se trata de saber qué es bien y qué es mal habido”.

La visión de Gaviria, es mucho más profunda y certera, presidente de un país latinoamericano que vivió en carne propia el tema del Narcotráfico, sabe que el problema va más allá de las armas o los programas de seguridad nacional, sabe que es un problema sistémico y un problema de mercado, que obedece a las variables de oferta y demanda.

No cabe duda que para ser jefe de estado, no basta tapar el sol con un dedo y respaldar acciones de gobierno para cubrir protocolos diplomáticos. Hay que profundizar en los temas, en las políticas y en las estrategias, venir a dar un cheque a manera de limosna es ofensivo y denigrante.

domingo, 23 de enero de 2011

Retos de los Partidos Politicos en México


El año que inicia es un uno de intensa actividad política, el 2011 se presenta como preludio de un proceso que sin duda volverá a romper los cánones de lo que hasta ahora hemos visto en la disputa del poder político en México.

La constitución y el sistema político mexicano, establecen que la disputa por el poder público y la representación popular en sus diferentes niveles, se ha de hacer a través de organismos de interés público, llamados partidos políticos.

La figura del partido político a lo largo de la historia universal ha tomado diversos causes, en su inicio, su legitimidad se encontraba inscrita en la representación de clases sociales específicas y la lucha por sus intereses.

Sin embargo hoy en día y ante la inminente diversificación del conglomerado social y el incremento de la clase media , esta base de legitimación carece de sustento, más allá de clases sociales, los partidos ahora, ofrecen soluciones a grandes problemas y encabezan causas de minorías, que más allá de su estrato social los identifican otros factores.

La función de los partidos políticos es un tanto ambigua, pero indispensable en una sociedad plural que se esfuerce en darle cauce institucional a su vida pública. Pese a todas las variables negativas (que las hay en su mayoría en nuestro país) es más benéfico para el orden político y el funcionamiento democrático tenerlos, que adolecer de ellos.

Hay diferentes tipos de partidos políticos; Conservadores, Progresistas, Liberales, Ecologistas etc. Pero más allá de la ideología y las causas que encabecen, hay diversos factores que a todos son comunes y que si se conocieran y se trabajara en ellos, seguramente serían mayores los encuentros que las discordias y por consecuencia el país avanzaría.

A continuación describiré solo tres acciones de esta naturaleza;

Formación Política de Cuadros
De la ideología que sea, no hay nada más benéfico para una sociedad que un funcionario público y/o representante popular preparado, conocedor de los problemas que se viven y conocedor también de sus posibles soluciones. Esto que pudiera parecer cuestión de sentido común es una batalla perdida en la mayoría de los partidos políticos en México y su repercusión social es terrible, cuanto tiempo hemos perdido por esperar a que sobre la marcha los políticos aprendan a gobernar.

Organización del Tejido Social
Las estructuras políticas que generan los partidos para su representación y activismo político abonan al funcionamiento democrático, sin embargo en nuestro país la inmensa mayoría de las estructuras están sustentadas en el clientelismo político, tarea impostergable repensar su conformación y su modus operandi, sobre todo aquellas que vayan en función de hacer q estas bases, funcionen más en beneficio de la comunidad de que emanan.



Diseño, Seguimiento y Evaluación de las políticas públicas
Un partido en el poder diseña, ejecuta y evalúa políticas públicas y acciones de gobierno; así mismo un partido de oposición propone, evalúa, reconoce y señala anomalías de las mismas. Bueno esto en la teoría, en la practica la crítica se basa más en percepciones, banalidades y mentiras que tienen que ver más con la desacreditación del oponente que con cuestiones de impacto real en la ciudadanía. Crear, fortalecer y apostarle a organismos de análisis al interior de los partidos es una tarea necesaria y urgente para elevar el nivel de discusión política y la credibilidad de los partidos.

Sin duda hay muchos más temas y tareas en los que los partidos políticos pudieran coincidir, sin embargo estos temas tienen un inconveniente; No son redituables al corto plazo, no se enfocan a la próxima elección, más bien tienen una misión más profunda, sistémica… política.

Dejemos de hacer política sobre la marcha y devolvámosle algo de credibilidad a la actividad suprema por excelencia. El reto principal de los partidos políticos en México es Convertirse en Partidos y dejar de ser solo grupos de interés.

domingo, 2 de enero de 2011

La palabra


Sin lugar a dudas, el descubrimiento humano más importante de la historia, es, ha sido y seguirá siendo el lenguaje… la palabra. Gracias a esta maravillosa herramienta, el hombre ha podido comunicarse con eficacia, y es la palabra hablada o escrita, la base de la convivencia social y sustento de toda civilización.

Gracias a la palabra, el ser humano puede conocer su pasado, estudiar y analizar su presente y poder con esto, predeterminar gran parte de su futuro. Es pues el lenguaje, la maravilla humana que permite su supremacía.

En la política, que a decir de Aristóteles, es la actividad suprema del ser humano –porque gobierna y legisla sobre todas las demás actividades- la palabra, es la única herramienta para lograr un fin político, y cuando se emplea de manera efectiva, es que se logra el convencimiento; instrumento inherente y fin último de la comunicación.

En la actualidad, donde la mercantilización de todo aquello que exista, ha rebajado a la política a la mercadotecnia y ha hecho, a las causas “marcas” y a los hombres “productos”, es necesario revalorar el papel que juegan la palabra y el convencimiento en la actividad suprema a la que hacía mención Aristóteles.

Porque reitero; la mercadotecnia, puede hacer ganar elecciones y ante la perspectiva pública, puede hacer parecer políticos a quienes no lo son, pero lo que nunca logrará la mercadotecnia política, es darle rumbo y certeza a una nación, ni tampoco logrará lo que con ello se obtiene; que es identidad nacional o dicho en otras palabras, conciencia colectiva. Esa conciencia que nos hace entendernos como parte de un todo, de una familia, de una sociedad, de un municipio, de un estado, de una nación… de un planeta.

La palabra tiene el poder de programar nuestro interior, pero también tiene el poder de cambiar las circunstancias, la palabra tiene la capacidad de hacer todo y paradójicamente no ser nada, más que sólo palabra. En el pretérito, empeñar la palabra era símbolo de honor, de justicia, de compromiso, sin embargo esa cultura en la actualidad no tiene ninguna trascendencia.

La política sin el uso efectivo de la palabra, no es política, podrá ser mafia, intereses, comercio, etc. Pero la política en su más pura esencia sólo conoce una herramienta… la palabra. No entendida como arma demagógica para la persuasión perversa y farsante, sino como el medio para construir y consensuar.