martes, 20 de noviembre de 2012

Agenda para un partido político


Hablar sobre la agenda para un partido político dentro de un sistema democrático, es sin duda hablar de las estrategias, tácticas y acciones para la obtención del poder público.

Hoy en día, casi la totalidad de esas estrategias se centran en la planificación y ejecución de las campañas electorales a través del “marketing” político, haciendo del manejo de percepciones e ideas algo efímero, inestable y a veces incongruente.

En la política como en la vida, las ideas son el activo más poderoso para hacer que unos sean afines y se integren a los intereses de otros. Dichas ideas pueden ser tan simples como generar una dependencia económica (clientelismo) o tan estructuradas como para hacer sentir al individuo representante de la idea misma (convencimiento), todo esto con los grados intermedios que puedan existir entre estos dos extremos.

La persuasión es pues la herramienta primigenia de la política y en la manera en que se persuade, se define la eficacia y eficiencia de un político o una institución partidista.

La agenda de cualquier partido político es generar grupos mayoritariamente afines a su causa y tenerlos el mayor tiempo posible de su lado, por lo que la complejidad y estructuración de sus sistemas persuasivos definen la magnitud de su representatividad y su sustentabilidad en el tiempo.

Plantear una agenda para un partido político independientemente de su filiación ideológica, es plantear modelos persuasivos que vayan encaminados más allá de la inmediatez del próximo proceso electoral, es pensar en disminuir la influencia del clientelismo (que es efímero y depende de estar o no ostentando el poder) y estructurar modelos donde el convencimiento gane terreno en la psique del ciudadano, o por lo menos crear sistemas híbridos que hagan al partido mas solido en el transcurso del tiempo independientemente si se encuentra en el ejercicio del gobierno.

Una agenda para modernizar un partido político incluye poner a sus estructuras al servicio de las necesidades de la sociedad, para que así obtenga lo mas preciado que puede tener una institución que aspira a detentar el poder, que es legitimación.

A veces pareciera que los partidos se asemejan mas a mercados (cuando se la pasan entregando despensas u otros insumos) o empresas de espectáculos (cuando solo se la pasan realizando shows) o a centros deportivos, culturales, etc. , que a lo que son en realidad.

Con lo anterior no quiero decir que sea improductivo realizar este tipo de eventos dentro de la dinámica de un partido, a lo que me refiero es que la actividad política del mismo no puede sustentarse únicamente en estas prácticas, las actividades antes descritas ayudan a acercar al ciudadano al partido, pero no logran por si solas una identificación ideológica.

Los nuevos retos de los partidos en el siglo XXI, tienen que ver con la formación de ciudadanía, con la adaptación de sus estructuras territoriales al servicio de la sociedad en la que se encuentran, con la diversificación sus modelos de representatividad conforme a las nuevas formas de interacción social, con tomar nuevas banderas sociales y alejarse de la caduca lucha ideológica del siglo XX, de acercarse al centro y entender que en democracia, como en todo sistema basado en el consenso y la negociación, uno de los principales herramientas para avanzar es ceder.

Twitter; @jorgeivand
www.jorgeivan.mx

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